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Need-To-Inform. Mefistófeles dialogo con Fausto

Mefistófeles dialogo con Fausto


Fred Friedrich, Placebo, Sculpture, 5 mts, 560 tons, W.V. 2022/07/08 Provenance Museo Fred Friedrich


Mefistófeles es comúnmente considerado como subordinado de Lucifer encargado de capturar almas, o bien, como un personaje, de él mismo. Esta figura fue extendida por el Fausto, que bien sabemos es el protagonista de una leyenda clásica alemana, un erudito con éxito, pero también insatisfecho con su vida, por lo que hace una pacto con el diablo intercambiando su alma por el conocimiento ilimitado y los placeres mundanos de la eterna juventud.

Envuelve un proceso de perdidas de fe, dentro de un sistema moral propio de las sociedades avanzadas.

Mefistófeles es presentado muchas veces como una figura tragicómica atrapado en su victoria al lograr que las grandes masas dejen de considerar a Dios como el centro de todo, y su derrota al perder relevancia él también por el mismo motivo.

Esa representación del mal, en Mefistófeles, como figura refinada, fastuosa, majestuosa y escénica para los mortales, es característica de esta figura marcando también el don de poseer, cabeza fría, racional, y con un alto nivel de lógica, en donde la vertiente en sus modales, es atrapar mentalmente a las personas para lograr sus designios.

El precio por el conocimiento del mundo, ¿qué precio tendría?, ¿cuánto pagarías por ello?, ¿qué estas dispuesto hacer?


El hombre más amado por Dios, es Fausto, quien vende su alma al Diablo por poseer la Verdad.

La constante búsqueda para el conocimiento absoluto, del hombre, compite incluso con el mismo Dios. El deseo de la omnisciencia y la verdad inmutable es una de las constantes que dan pie a todas las ciencias y a todas las investigaciones.

Fausto es un trágico retrato de la condición humana, la grotesca tempestad del tiempo en los hombros, la añoranza de la desenfrenada juventud, el sufrimiento humano, su naturaleza, el anteponer el amor a la razón, a sabiendas que terminar en tragedia.

El Fausto de Goethe es la representación de la vida social de aquel entonces, pero Fausto y Mefistófeles han existido siempre, convertidos en formas y diseños según la época y el estilo.

Los seres de este planeta encuentran su cobijo en el cielo, es ahí donde Mefistófeles hace un pacto con Dios, deseando éste alejar al hombre que es el Ser favorito de El mismo.

Luego entonces, Fausto, ávido de conocimiento de la senda de la vida, esta insatisfecho, triste, viejo y solo, se dirige a la magia para alcanzar el conocimiento infinito, casi al borde del suicidio es acompañado por su ayudante Wagner y seguido por Mefistófeles.

Mefistófeles conoce las debilidades de Fausto, con él realiza pactos para continuar en esas condiciones, pero Fausto no podrá prolongar esto eternamente ya que ello mismo será su final.

Fausto despierta de este sueño viajando entre el tiempo y la mitología para salvar ese pacto y a la Humanidad, realizando misiones.

Finalmente Fausto muere en un lugar solitario y seguro, llega al cielo aún a pesar de haber perdido la apuesto con Mefistófeles., ayudado por los ángeles con ayuda de Margarita que le canta:


“a quien siempre se esfuerza con trabajo

Podemos rescatar y redimir”


Fausto recupera su juventud, vendiendo su alma al Diablo, quien no vende esa dichosa juventud y locura a cualquier precio.

Manipulaciones amorosas entre bambalinas y el Diablo, quien no las ha vivido, ¡es un miserable1!

¿Dime tú, quien ha ocasionado suicidios, homicidios, abortos e infelicidad?

Quien este impío de ello, que tire la primera piedra.


¿Dime tu, quien no ha recurrido a la brujería ávidos de saber, de conocer, de informar? No por maldad, vagancia o codicia. No….

Información es poder, es sabiduría, es control.


Fausto firma pactos para dominar, controlar, conocer, esa ansia de totalidad


“Puede más una mente poderosa que miles da manos unidas”

Johann Wolfgang von Goethe, Faust: First Part.

“La Transitoriedad es solo imaginación”

Johann Wolfgang von Goethe, Faust: First Part.


“Was glänzt ist für den Augenblick geboren; Das Echte bleibt der Nachwelt unvergoren”

Johann Wolfgang von Goethe, Faust: First Part.


Angeles, Teufel, Fin de Ciel. © Provenance Museo Fred Friedrich

La ciencia se dirige al fenómeno y utiliza el principio de razón; el arte se dirige a la Idea y utiliza la Intuición, la aprehensión directa del objeto.

Pero para arrancar exclamaciones de entusiasmo, de una obra de arte, no basta con una explicación racional y verdadera del mundo.

Lo que entusiasma a los artistas es el arte, el secreto del entusiasmo que su obra despierta en ellos.

Lo principal es el contenido, no la forma, quiero decir El arte como voluntad y representación, por sí mismo es una obra de arte, un monumento del mundo artístico.

En una verdadera obra de arte, la sequedad que se presenta penosamente, va degradando los aspectos de belleza y va figurando la verdad, la misma verdad de donde nació, dotada de encanto y del poder de sugestión del objeto de arte.

Fausto representa los albores de la modernidad, escrita hace sesenta años, es decir, abarcó uno de los períodos más importantes de la historia de la Humanidad, 1770 a 1831, incluye dos revoluciones claves para la humanidad la industrial y la francesa. Se refleja en la obra por medio de la riqueza en el contenido, en cuanto lo social, político, económico y -sobre todo- espiritual.

El primer Fausto fue: fur Faustbuch de Johan Spiess, de 1587, pero la obra cumbre es el Faust de Goethe.


Según Mefistófeles, que es Satanás, la Modernidad es la representación de la misma.

Así, dice Mefistófeles según Goethe:


“Soy el espíritu que siempre niega y con razón, pues todo cuanto tiene principio merece ser aniquilado, y por lo mismo, mejor fuera que nada viniese a la existencia. Así, pues, todo aquello que vosotros denomináis pecado, destrucción, en una palabra, el Mal, es mi propio elemento”.


El mensaje que otorga Mefistófeles es que debemos evitar culparnos de los accidentes de la creación, pues, justamente la vida es en si misma pecado. Si uno acepta la destructividad como parte de una creatividad divina podrá librarse de su culpa y actuar libremente, y cuanto más velocidad haya en estos procesos, mejor.

El capitalismo es una de las fuerzas fundamentales en el desarrollo de Fausto, actualmente, así lo anota Goethe.


Fausto dice: “La actividad incesante es lo que prueba a un hombre”

Mefistófeles contesta: “ Eres, finalmente, lo que eres”


Por otra lado, si revisamos la teoría de Karl Marx, vemos que para él los artistas e intelectuales modernos pertenece al proletariado común y corriente, son trabajadores asalariados que pertenecen al grupo industrial moderno. Viven en las condiciones de encontrar un trabajo adecuado como cualquier otro.

En estas líneas no es ponderar al mercado como el malo del escenario, pero los artistas e intelectuales necesitan que alguien los financie para crear, escribir o componer.

Así mismo, cuando el dinero aparece en escena, el artista presenta su condición proletaria. Recurriendo a la escena artística arropando la idea del Fausto Moderno, vendría a ser aquel que se vende a la corriente principal (mainstream), tratando sus ideas y también en alguna medida las ideas contenidas en su obra, al igual que Fausto vende su alma a Mefistófeles.

Con este dilema, los artistas pretenden de alguna u otra forma entrar a esta corriente del artista Fáustico moderno, para ser aceptado dentro de los ideales de la modernidad, ser producto del mercado y cotizar. Estos conceptos convierten al artista en proletario, empresa, o institución corrompiendo sus ideales.

Si seguimos este razonamiento, quizás, en lugar de trabajar para poder ingresar a la corriente principal (lobby, soportes, contactos), los artistas deberían definir cuál sería su propia meta, es decir, su propósito, a dónde quieren llegar con su obra, ya sea en cuanto a su contenido político o el entorno al cual quieren llegar o integrarse de alguna manera. De esta forma se lograría una obra más auténtica, más pura y un trabajo sin las frustraciones que depararían si no llegase a poder ingresar a la corriente internacional, hecho que en realidad no haría más que desviar el foco del artista sobre su obra para lograr encajar en el modelo de artista fáustico.

Parecería ser que lograr convertirse en Fausto hoy en día es sinónimo de triunfo, de éxito en la vida, una vida regida por el éxito económico y el poder; pero no debemos olvidar que el contenido político de una obra de arte no debería encajar en estos cánones - a no ser que la obra esté diseccionada hacia ese lado y su contenido político lo requiera-, no deberíamos olvidar que el concepto que transmite una obra de arte es un producto de consumo para el alma, para el espíritu. Justamente por eso es que la obra no debe sufrir transformaciones en cuanto a su mensaje, que muchas veces reivindica que no todo debería estar sujeto a los dispositivos de este sistema capitalista.

También es importante recalcar que no todos los artistas están dispuestos a transar los ideales de su obra, sacrificando así los beneficios económicos y curriculares a los cuales se renuncia al no aceptar la invitación.

En este sentido, es importante aclarar que el mercado y el mainstream no son en su origen malintencionados, su principio es bueno, es honorable, sus logros y fines, auténticos. La cuestión es que si el producto es de contenido espiritual-como lo es una obra de arte- es justamente cuando se ven perjudicados el contenido y el creador, ya que el producto es alterado en su contenido al verse inmerso en este entorno.

Hubo un momento en la historia en que tal vez fue posible que los artistas fueran diferentes al resto de los mortales, durante el Renacimiento, a principios del siglo XX con los expresionistas, los fluxus en los sesenta o con los conceptuales de los setenta, así ellos tenían sus aspiraciones de convertirse en santos. Pero a medida que la sociedad y el sistema se fueron transformando en lo que son hoy en día, el artista se ve forzado a unirse al sistema, con todo lo que eso implica.


Con estas teorías fáusticas, la obra de los artistas hoy en día no son más que un producto más- sea cual fuere su soporte o discurso político- en caso de que lo hubiese-; según esto no deja de ser una estrategia de mercado y de supervivencia para él mismo. Esto da forma consciente o inconsciente, ya que, en el mejor de los casos, si el artista logra colocarse en un buen puesto, entra a escena su obra, su imagen y su filosofía aún a pesar, de que en sus comienzos haya despotricado contra el sistema en su obra y en su discurso, al final será absorbido por el mismo y aceptará sus leyes a cambio de todo el éxito que esto le proporcionará.

“El hombre esta dispuesto a no vivir sino a hacer historia"

Finalmente debo reiterar que el artista vino a hacer historia de calidad, no se espera de un artista que trabaje solo unas cuantas buenas obras y hacer pausa, debe hacer continuamente buena obra con ideas y contenido, producir obras de calidad intelectual, constante y sonante, con al menos una buena trayectoria de veinticinco años de referencia biográfica e intelectual para transcender en la historia y ser realmente un artista fuera del entorno fáustico, ya que en esta actividad proletaria que es producir obras de arte e ideas, cuando se aplica esta condición, o se margina al artista, o nos privamos de acceder a grandes obras e ideas de excelente contenido y calidad, únicamente porque no fueron realizadas por un artista fáustico.


“Da stehe ich nun, ich Arne Torr,

Und bin so klug wie zuvor



Fred Friedrich, Placebo, Sculpture, Bronze, 5 mts, 560 tons. W.V. 2022/07/08. Provenance Museo Fred Friedrich


Nely L. Friedrich

16, Febrero 202

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