1000 obras de la Humanidad
Ana Mendieta.
Alea iacta est
Ana Mendieta fue una artista conceptual, escultora, pintora y video-artista nacida en Cuba y criada en Estados Unidos. Es especialmente reconocida por sus obras de arte y performances en el marco del land art (arte terrestre).
Llegó a Estados Unidos como refugiada en 1961 cuando tenía 12 años a través de la Operación Peter Pan ( Fue una operación coordinada entre el Gobierno de los Estados Unidos, la iglesia católica y los cubanos que se encontraban en exilio, por la cual más de 14,000 niños y niñas fueron llevados de Cuba a Estados Unidos. La operación fue diseñada para transportar a los niños de padres cubanos preocupados que tenían la ideología comunista del gobierno cubano y que conocían lo sucedido con los „niños de Rusia“ enviados por la Segunda República Española a la Unión Soviética, las noticias de que ya habían escuelas de adoctrinamiento y de que al Ejercito Rebelde lo estaban también adoctrinando, añadido a todo esto lo que estaba sucediendo con la implantación de un sistema comunista en Cuba).
Ana Mendieta regreso en varias ocasiones a Cuba para recuperar sus raíces.
También viajó por México y Europa.
Desde su primera exposición individual en 1971 cuando estudiaba en la Universidad de Iowa hasta su muerte creó diversas colecciones de trabajos que incluyeron siluetas de su cuerpo creadas en barro, tierra, rocas, flores silvestres y hojas. Elaboró performances que evocaban las tradiciones populares centrándose con frecuencia en la práctica de santaería.
La santería, como culto lucumí, amigo mio, es una forma despectiva del culto propio de los afrocubanos, cuyos antepasados fueron esclavizados durante la época colonial, es decir, por los españoles, éstos bautizaron como santería, a un exceso de devoción mostrada por sus seguidores los cuales forman parte del grupo de religiones afroamericanas y sus creencias derivan directamente de la cultura y la religión yoruba, que en Cuba se sincronizaron con el cristianismo católico implantado por la Monarquía hispánica. Mendieta con estas raíces da forma a su obra santera, causando gran controversia por sus orígenes y atribuciones herejes.
Mendieta en sus piezas utilizó como elemento artístico sangre por efecto de ser un „elemento mágico y poderoso“ que evocaba el poder de la sexualidad femenina y el horror de la violencia sexual masculina. En sus fotografías autorretrato distorsionaba sus rasgos en vidrio, imaginándose a si misma goteando en sangre o disfrazada de hombre pegándose vello facial.
Ana Mendieta nació en La Habana en una prominente familia de la política y la sociedad cubana aun así creció en un ambiente de clase media. Su bisabuelo fue un general en la lucha por la independencia de Cuba frente a los españoles llegando a incendiar su propia plantación de azúcar para evitar que los españoles pudieran beneficiarse de ella.
Su padre lucho contra Fulgencio Batista, dictador, fue inicialmente partidario de Fidel Castro. La posición de la religión en la entonces Cuba era de suma importancia, tan llegando el caso que el padre de Ana fue nombrado asistente en el ministerio de estado post-revolucionario en 1959, pero a causa de sus convicciones católicas, desilusionado con el anticatolicismo de la nueva Cuba, más tarde se involucro en la organización de actividades contrarrevolucionarias.
Temiendo por la seguridad de sus hijas, en 1961 fueron enviadas a Estados Unidos. Ana tenía 12 años cuando aterrizo en el aeropuerto de Miami el 11 de septiembre y su hermana Raquel 14. Muchas de las familias de los niños involucrados tenían familia en Estados Unidos pero Ana y su hermana no. Pasaron muchas semanas en campamentos de refugiados hasta que fueron trasladadas a Iowa.
Ana Mendieta pasó seis años entre hogares de acogida e iglesias-vivienda hasta que volvieron a reunirse con su familia.
En esta etapa las palizas, la vivencia de la discriminación racial, la hambruna y soledad en el oeste de Estados Unidos aunado a la explosión de los movimientos civiles de los años 60, época en la que Ana se siente aún más desplazada de cada lugar, marcando determinantemente su personalizada aunado al maltrato, estigmatizando su figura victimaria, provocando el aislamiento, temores y desconfianzas, llevando a desarrollar una autoestima baja, depresión , ansiedad, resultando en problemas para mantener relaciones normales.
Se separa de su padre, volviendo a verle 18 años más tarde, fue encarcelado en Cuba por deslealtad a Castro, por su participación en la operación de la Invasión de Bahía de Cochinos. ( en 1961 cubanos apoyados por Estados Unidos invaden Cuba intentando formar un gobierno provisional).
Mendieta encaja su historia abrumadora, volcándola en su arte provocativo, de confrontación, discriminación, rechazo, de palizas y violaciones, no solo de género sino de etnia, religión, costumbres, razas, lengua.
En un período de sus estudios se encuentra con nuevas técnicas de aprendizaje interdisciplinarias en el arte , donde se animaba al alumnado a ir más allá de los límites tradicionales de la pintura, el grabado o la escultura, es decir, a campos emergentes como el video o el arte conceptual.
Según explicó Mendieta más tarde, en 1985 durante una conversación con Joan Marther:
„El punto de inflexión en mi arte fue en 1972 cuando me di cuenta de que mis pinturas no eran lo suficientemente reales para lo que quería, para lo que las imágenes fueran transmitidas, y por real quiero decir que quería que mis imágenes tuvieran poder, que fueran mágicas.“
En 1972 creó su primer trabajo cuerpo-tierra Grass on Woman seguido de Death of a Chicken realizado en el estudio Intermedia de la universidad.
Fue Hans Breder quien introdujo México en la vida de Mendieta, en un viaje de estudios a los sitios arqueológicos de Oaxaca donde la artista desarrolló un gran sentido de reverencia por el espacio sagrado, describiendo su experiencia así:
„como volver a la fuente, pudiendo obtener algo de magia con solo estar allí“
México se convirtió en su lugar de acogida, siendo los primeros viajes a este país el punto de inspiración para su serie „Silueta“ en el que invirtió siete años de su vida.
En 1973 realizó una performance en su propio departamento, presentándose a sí misma como la víctima, untada con sangre y atada a una mesa, invitando a sus compañeros y compañeras al apartamento para presenciar la escena del crimen. Inspirada en la memoria de Sara Ann Otten, una estudiante de enfermería de apenas 20 años de la Universidad de Iowa violada y asesinada. Su cuerpo fue encontrado en un dormitorio una noche durante las vacaciones de primavera; había sido salvajemente golpeada y ahogada hasta la muerte. Otten fue el primer asesinato que tuvo lugar en el campus de la Universidad de Iowa en sus 126 años de historia.
Ana Mendieta empezó a experimentar con los elementos que impregnaron el arte popular de la década de los 70, es decir, con el Feminismo, Performance, Arte de la Tierra, Video- Instalación, subrayando el énfasis del proceso , del cuerpo y la relación entre trabajo artístico y espectador.
Son aquellos tiempos en donde el arte incorpora el activismo- social de los movimientos de derechos civiles y particularmente el feminismo.
Mendieta se incorporar al círculo femenino en los Estados Unidos entablando amistad con mujeres con la misma idiosincracia, el grupo no tenía una agenda en particular, ni una forma de pensar unificada, pero en cambio querían lo que los hombres poseían en el mundo del arte: Reconocimiento.
Nancy Spero le presento a Carl Andre, escultor - poeta estadounidense, figura prominente dentro del minimalismo, con él se casó en 1985.
Fue cuando su vida cambio de rumbo para siempre.
En la A.I.R. Gallery se sumó al Grupo de Trabajo sobre Discriminación contra las mujeres en artistas minoritarios.
En 1980 exhibieron en dicha galería: Exposición de Mujeres Artistas del Tercer Mundo de los Estados Unidos.
Ana Mendieta en la obra „Silueta“ analiza activamente su obra en los círculos del arte femenino. La serie „Silueta“ comenzó en la década de 1970, siendo una de las pocas artistas que experimentó con géneros emergentes como Land Art, Body- Art, Performance entre otros movimientos alternativos.
Ana Mendieta fue una de las primeras artistas en combinar dichos géneros, creando un nuevo estilo, al que bautizó como esculturas Earth-Body., en las que frecuentemente, utiliza su propio cuerpo desnudo explorando, conectando , vinculando su aura con la Tierra misma, tema analizado en su obra Imagen de Yagui, de la serie Silueta en México, 1973-1977.
La primera vez que Mendieta utilizó sangre fue en 1972, cuando creó la obra Sin título (Muerte de un pollo), las imágenes de la artista plasman a un ser en un mundo irreal, en el cual su cuerpo desnudo delante a una pared blanca sostiene por las patas a un pollo recién decapitado, la sangre salpica su cuerpo desnudo, invitando al espectador a sentir ese deseo de continuidad en la obra, es decir, seguir observando el proceder de la artista con el pollo, más aparentemente ella, no esta observando, el cabello revuelto en su cara, opaca todo sentimiento , en cambio sí, el visitante ve la escena despiadada; Mendieta hace esa misma pregunta al mundo:
¿esto es despiadado?
Qué respondéis acerca de las atrocidades cometidas por la humanidad, así, ésta y otras muchas preguntas lanza Mendieta con su obra aparentando vacío, en el trasfondo no existe, este es el mundo real, la vida misma, la crueldad sin misericordia.
Continuando analizando el concepto artístico de „Silueta“, Mendieta basa esta obra en la Santería, y la conexión con su Cuba, lo cual es columna vertebral de esta serie, que consiste en diversas trabajos, que cruza las fronteras de la performances, el cine, y la fotografía, en la serie aborda la Santeria, la sangre y la pólvora.
Mendieta explora su relación con el lugar, como una relación mayor con la Madre Tierra o la figura de la „Gran Diosa“.
Cabe mencionar qué Mendieta muere, en la madrugada del 8 de septiembre de 1985 tras caer de la ventana de su apartamento, situado en el piso 34 de Greenwich Village Mercer Street, donde vivía con su marido, el escultor minimalista Carl Andre. Justo antes de muerte, su vecindario escuchó a la pareja discutiendo violentamente. No hubo testigos visuales de los acontecimientos previos a la muerte de Mendieta.
Muchos pensaron que la había empujado o incluso arrojado por la ventana durante la discusión. Cuando la policía llegó encontraron la habitación desordenada y Andre con rasguños en la nariz y en los brazos.
Sus declaraciones iniciales diferían de lo que había grabado en el mensaje de emergencias. En el juzgado un portero declaró que escuchó a una mujer gritar “No” varias veces sobre las 5:30 a.m. y luego el golpe sordo del cuerpo cuando golpeó el techo de la tienda de delicatessen.
La absolución fue especialmente cuestionada por muchos, sobretodo en el mundo del arte, como grupos feministas, denuncian la discriminación que sufrió su caso ante la justicia por cuestión de raza y por ser refugiada frente a un artista cuyo pasado violento es eclipsado sistemáticamente por su estatua y privilegio.
Nely L. Friedrich
30-mayo-2022
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